Cliente Planta de procesamiento de alimentos
Ubicación EE.UU
Sectores Alimentación y bebidas
El desafío
Con la escasez de CO2, se necesitaba un nuevo refrigerante
Durante más de una década, una planta procesadora de alimentos había confiado en el CO2 para su refrigeración de baja temperatura. El CO2 es un refrigerante popular en la industria alimenticia. Es ecológico, no es tóxico, ni inflamable. Hasta hace poco, también era económico. Sin embargo, el compuesto, que comúnmente se obtiene como un subproducto de las refinerías de gas, estaba escaseando debido a los cierres de las refinerías locales. Esta escasez estaba disparando el precio y afectando el suministro.
La planta necesitaba un medio de refrigeración más confiable. Querían probar el propilenglicol, pero no querían exponerse a una caída en su productividad, o correr el riesgo de que los productos almacenados en sus refrigeradores se echaran a perder. Necesitaban un sistema de prueba confiable.
Ficha técnica del proyecto
Duración de la prueba
Ahorro anual
CO2 sustituido
La solución
Los intercambiadores de calor y el chiller de 30 toneladas pasan la prueba
Nos llamaron para que ayudáramos a llevar adelante una prueba de la solución de propilenglicol, en paralelo con el proceso existente. Este sistema de prueba temporal ayudaría a probar el propilenglicol, antes de que la empresa invirtiera su capital en nuevos equipos de refrigeración.
Durante la prueba que duró dos meses, tuvimos que mantener el glicol dentro de un rango de temperatura específico, lo cual logramos al utilizar intercambiadores de calor para refinerías y un chiller de procesos de baja temperatura de 30 toneladas, capaz de alcanzar menos de 26°C (15°F bajo cero). También suministramos todo el equipo necesario: un tanque de agua, una bomba y los accesorios.
la diferencia de aggreko
Nuestros equipos se adaptan a las necesidades específicas de una gran variedad de clientes.
El impacto
Un ahorro de $800.000 dólares por año
La prueba de propilenglicol obtuvo el visto bueno, brindándole a la planta procesadora de alimentos la confianza suficiente para reemplazar el 80% del CO2 que usaba. Esto generó un ahorro estimado de $600.000 a $800.000 dólares por año.
Además del enorme ahorro de costos, el cambio obtuvo excelentes resultados para la empresa. A medida que el suministro de CO2 se fue agotando, el cliente pudo mantener su nivel de productividad máxima al utilizar un fluido de refrigeración más asequible. Lo más importante fue que los alimentos que produjeron pudieron ser almacenados de manera segura y a la temperatura perfecta.
"Trabajamos estrechamente con este cliente para crear un sistema de prueba capaz de funcionar en conjunto con sus sistemas ya existentes, y perjudicar lo menos posible su productividad".
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