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¿Cómo afecta el aire acondicionado a la calidad del aire?

Introducción

Al pensar en aire acondicionado, la mayoría de las personas se centran en el confort; es decir, temperaturas más bajas en climas cálidos o un control climático estable en entornos sensibles. Pero hay otro factor importante que a menudo se pasa por alto: la calidad del aire.

Con la creciente concienciación sobre la salud, la productividad y los estándares medioambientales, la relación entre el aire acondicionado y la calidad del aire está en el punto de mira. Desde edificios comerciales hasta centros de datos y espacios de temporales para eventos, el aire limpio es una necesidad.

En esta guía, exploraremos cómo los sistemas de aire acondicionado interactúan con el aire que respiramos, las condiciones en las que contribuyen a la calidad del aire y qué medidas pueden tomar las empresas para garantizar que el aire se mantenga limpio, seguro y conforme a la normativa.

¿Mejora el aire acondicionado la calidad del aire?

La respuesta corta es sí: el aire acondicionado puede mejorar la calidad del aire, pero solo cuando los sistemas se mantienen correctamente y se han elaborado unas especificaciones correctas para el entorno.

Un sistema de aire acondicionado bien diseñado y sometido a un servicio regular controla la temperatura y filtra las partículas en suspensión, como el polvo, el polen y otros alérgenos. En muchos entornos comerciales e industriales, también ayuda a eliminar contaminantes, humos y contaminantes microscópicos que podrían suponer riesgos para la salud o poner en peligro las operaciones.

La mayoría de los sistemas modernos cuentan con filtros que atrapan estas partículas a medida que circula el aire. En aplicaciones con altas especificaciones, los filtros se pueden actualizar para incluir filtros de aire para partículas de alta eficiencia (HEPA) o filtros de carbón que se ocupan de las partículas más finas y los olores. Algunos sistemas también regulan la humedad, lo que ayuda a prevenir el crecimiento de moho y hongos que pueden degradar la calidad del aire y perjudicar la salud.

Sin embargo, el aire acondicionado y la calidad del aire únicamente están vinculados positivamente si el sistema se mantiene correctamente. Los filtros obstruidos, las bobinas sucias o los conductos descuidados pueden provocar rápidamente una mala circulación del aire, la recirculación de contaminantes y, en algunos casos, la propagación de bacterias o esporas de moho. 

Air conditioner units.
This That Festival, Brisbane, Australia

Cómo ayuda el aire acondicionado a contar con una mejor calidad del aire

Cuando se mantienen adecuadamente, los sistemas de aire acondicionado mejoran la calidad del aire interior; especialmente en entornos con ventilación limitada o en los que las condiciones externas hacen que entren polvo, alérgenos o contaminantes.

Estos son algunos ejemplos de cómo el aire acondicionado ayuda a contar con una mejor calidad del aire:

  • Filtración de polvo, polen y contaminantes

    La mayoría de los sistemas de aire acondicionado incluyen filtración integrada que captura las partículas en suspensión a medida que el aire pasa a través de la unidad. Estos filtros eliminan irritantes habituales como el polvo, el polen, el humo y, en algunos casos, gases industriales. En entornos como los edificios de oficinas, esto ayuda a mantener un espacio de trabajo más saludable y favorece el bienestar de los empleados. En las instalaciones industriales, la filtración puede proteger a los trabajadores y a los equipos sensibles de los contaminantes suspendidos en el aire.

  • Control de la humedad para prevenir el moho y los hongos
    El exceso de humedad puede crear las condiciones perfectas para la proliferación de moho, hongos y bacterias. Muchos sistemas de aire acondicionado gestionan activamente los niveles de humedad en el aire, manteniendo la humedad dentro de un rango saludable. Esto es especialmente importante en estructuras temporales, módulos de bienestar en obras o zonas de almacenamiento en los que la ventilación puede ser limitada. Un control adecuado de la humedad evita daños en los materiales y protege la salud respiratoria.
  • Circulación de aire fresco o acondicionado
    El aire acondicionado promueve un flujo y una circulación de aire constantes, lo que ayuda a sustituir el aire viciado por aire fresco o filtrado. Esto garantiza el confort y mejora la frescura del aire, incluso cuando hay muchas personas presentes. En entornos comerciales, una ventilación mejorada puede reducir la concentración de contaminantes en interiores y favorecer una mejor higiene general del aire.

CJ CUP BYRON NELSON - ACs

Retos de calidad del aire con el aire acondicionado

Aunque los sistemas de aire acondicionado pueden mejorar la calidad del aire en el interior, también pueden presentar problemas si no se mantienen o diseñan adecuadamente para el entorno. Estos son algunos de los problemas más comunes que debes tener en cuenta:

  1. Filtros y bobinas sucios

    Los filtros son la primera línea de defensa contra los contaminantes suspendidos en el aire. Cuando se obstruyen con polvo y residuos, el flujo de aire se restringe y el sistema puede empezar a hacer circular aire sin filtrar. Del mismo modo, si las bobinas del evaporador o del condensador están sucias, el sistema se vuelve menos eficiente y puede albergar bacterias o moho. Esto es especialmente problemático en entornos industriales con gran actividad, en los que los equipos están expuestos al polvo, la humedad o los contaminantes suspendidos en el aire.

  2. Ventilación deficiente
    Algunas configuraciones de aire acondicionado, especialmente las más antiguas, carecen de una entrada de aire fresco suficiente. Sin una estrategia de ventilación adecuada, el aire viciado puede acumularse y concentrar contaminantes en interiores. En entornos sellados, como salas de servidores, cabinas portátiles o estructuras para eventos, esto puede provocar molestias y degradar la calidad del aire.
  3. Dependencia excesiva del aire recirculado
    Muchos sistemas funcionan recirculando el mismo aire interior para ahorrar energía. Aunque resulta eficiente, este enfoque puede ser motivo de preocupación si los contaminantes o los olores no se filtran de manera adecuada. Sin acceso al aire exterior o a un suministro de aire fresco, con el tiempo pueden desarrollarse problemas como la acumulación de CO2 y la retención de olores.

Para evitarlos, el mantenimiento rutinario y las comprobaciones periódicas de la calidad del aire son esenciales. Los filtros deben sustituirse como se recomienda, las bobinas deben limpiarse y los niveles de ventilación deben evaluarse regularmente, especialmente en entornos temporales o de alta demanda.

Mejores prácticas de supervisión y mantenimiento de la calidad del aire

Para aprovechar al máximo tu sistema de aire acondicionado y garantizar que continúe proporcionando un aire interior saludable, es esencial seguir las prácticas clave de mantenimiento y supervisión. Estas protegen tus equipos de climatización, pero también a las personas y los procesos que dependen de un aire limpio y respirable.

  1. Sustituye los filtros periódicamente
    Los filtros obstruidos o sucios son una de las causas más comunes de una mala calidad del aire en espacios acondicionados. Tanto si tu sistema utiliza filtros estándar como si usa filtros HEPA y de carbón mejorados, las comprobaciones rutinarias y las sustituciones a tiempo resultan importantes. En entornos con mucho polvo, como obras de construcción o instalaciones industriales, puede ser necesario un servicio más frecuente para mantener el máximo rendimiento.
  2. Introduce ventilación con aire fresco
    Una buena ventilación ayuda a reducir la concentración de contaminantes en el interior y aporta aire rico en oxígeno al espacio. Siempre que sea posible, utiliza sistemas con función de entrada de aire fresco o combina unidades de aire acondicionado portátiles con ventilación mecánica. En entornos temporales o cerrados, como estructuras para eventos o cabinas de bienestar, esto es fundamental para garantizar el confort y la seguridad.
  3. Utiliza sensores de calidad del aire o monitores portátiles

La instalación de sensores de calidad del aire te ayuda a anticiparte a posibles problemas mediante el seguimiento continuo de indicadores clave como los niveles de CO2, la humedad, la materia particulada y los compuestos orgánicos volátiles (COV). Estas herramientas proporcionan información valiosa sobre cuándo se necesita actuar; ya sea para limpiar un filtro, aumentar la ventilación o ajustar el rendimiento del sistema. Para instalaciones temporales, los monitores portátiles ofrecen una forma flexible y que requiere poco esfuerzo de mantener la supervisión.

Al combinar la monitorización inteligente con el mantenimiento regular, puedes asegurarte de que tu sistema de aire acondicionado continúe no solo regulando la temperatura, sino también mejorando la calidad de tu entorno.

El aire acondicionado desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la calidad del aire interior. Si cuentan con unas especificaciones correctas y se mantienen regularmente, los sistemas de aire acondicionado pueden hacer mucho más que regular la temperatura. No obstante, los beneficios del aire acondicionado y de la calidad del aire solo se obtienen cuando los sistemas se gestionan de manera proactiva.

En Aggreko, ofrecemos soluciones de climatización de alto rendimiento y un mantenimiento meticuloso para mejorar la calidad del aire. Ponte en contacto con nosotros para descubrir cómo nuestras soluciones de alquiler pueden contribuir a un entorno más limpio y saludable para tu empresa.

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